jueves, 15 de noviembre de 2012

Mononucleosis en niños y bebés

Hola, soy Irene, la educadora infantil. El año pasado tuvimos en la guardería un brote de "boca, mano, pie" y os informé sobre ello, pero este año, ha venido a visitarnos al centro la famosa mononucleosis. Me pareció interesante comentaros esta enfermedad, ya que a mi me resultó extraño verla en niños de añito y medio....

La mononucleosis, conocida también como "mono" o fiebre glandular, se trata de una inflamación de las glándulas linfáticas y de fatiga crónica. Es causada por el virus Epstein-Barr (el más común) o por el citomegalovirus, ambos miembros de la familia del virus herpes simplex. El periodo de incubación (sin síntomas) suele durar entre 7 y 14 días y suele durar de uno a dos meses. Puede afectar no solo a los niños, como a los adolescentes y adultos jóvenes, pero es más común en las personas entre los 15 y 35 años.

Síntomas de la mononucleosis en niños y bebés

Como ocurre con casi todas las enfermedades, cada persona puede presentar distintos síntomas. Generalmente, la mononucleosis presenta síntomas como: fiebre, glándulas linfáticas inflamadas en el cuello, axilas e ingles, fatiga constante y persistente, dolor de garganta debido a amigdalitis, pérdida de apetito debido a la dificultad al tragar, dolores musculares, bazo agrandado, molestias en el hígado lo que provoca el amarillamiento de la piel, los ojos, y las membranas mucosas. Cuando los niños se infectan con el virus, usualmente no se les nota ningún síntoma. Pero una vez que hayan tenido la mononucleosis, el virus permanece latente en la garganta y en las células de la sangre, de por vida, aunque no corre riesgo de volver a desarrollar la enfermedad. De todas maneras, y en todos los casos, se debe consultar siempre al médico.

Diagnóstico y tratamiento de la mononucleosis en niños y bebés

Después de una observación de los síntomas, una confirmación precisa solo se puede dar con la realización de un análisis para comprobar la presencia del virus en la sangre (serología), o con un frotis faríngeo para descartar amigdalitis por estreptococo (frecuentemente asociada). Es una enfermedad benigna que no necesita de un aislamiento. Sin embargo, puede ser transmitida una persona a otra a través de la tos, estornudo o beso, por lo cual algunos la llaman de la "enfermedad del beso".

Espero que os resulte interesante!! Un saludo.

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